El centro respiratorio, situado en la parte inferior del cerebro, controla de forma involuntaria la respiración, que, en general, es automática. La respiración continúa durante el sueño e incluso cuando se está inconsciente. Una persona también puede controlar la respiración según la necesidad, por ejemplo durante el habla, al cantar o conteniéndola de forma voluntaria. La meditación es una herramienta de observación de tu propia respiración.
El cerebro, la arteria aorta y las arterias carótidas cuentan con unos pequeños órganos sensoriales que analizan la sangre y detectan los niveles de oxígeno y dióxido de carbono. Normalmente, una elevada concentración de dióxido de carbono es el estímulo más potente para respirar de manera más profunda y con mayor frecuencia. Por el contrario, cuando la concentración de dióxido de carbono es baja, el cerebro disminuye la frecuencia y la profundidad de la respiración. La frecuencia respiratoria del adulto durante el reposo es de unas 15 inspiraciones (inhalaciones) y espiraciones (exhalaciones) por minuto.
En imagínate meditar somos entrendaores de la respiración y enseñamos cómo mejorar tu respiración y diferentes técnicas de control.
Centro Respiratorio